Dr. Manuel Becerro Cereceda

La terapia consiste fundamentalmente en la reorganización restructuradora tanto de las formaciones de apoyo de la personalidad y de sus estados energéticos básicos en un proceso de retroalimentación y nuevas formaciones de apoyo que generan estados energéticos más adecuados a la realidad.
En realidad no es la materialidad de la palabra la que es capaz de provocar mutaciones vivenciales y energéticas en el paciente sino que la palabra al ser pronunciada por el terapeuta o por el paciente actúa de disparador “Declancheur” que diría Jacques Lacan que moviliza y hace incidir e interrelaciona una serie de asociaciones y de cargas emocionales y energéticas cuyo precipitado es lo que conmueve y transforma el equilibrio el estado, la apertura mental, las barreras inhibitorias o los resortes de la intimidad personal del paciente.

La palabra se halla estrechamente asociado a las emociones, y éstas lo están a los demás resortes del psiquismo, y proporcionalmente puede decirse lo mismo de otros vehículos expresivos equivalentes a la palabra, como la ausencia de palabra o los silencios, el gesto, el clima de una relación, la situación psicodramática, el tono de la voz o la mirada incluso la distancia espacial que separa al terapeuta del paciente y la postura de este en el diván. Tres serían los factores que decisivamente intervienen en la tratabilidad de un caso determinado y en su curación: La transferencia, el acierto de la estrategia adecuada al caso, y la superación del miedo infantil a la realidad que le bloquea detrás de sus defensas y sus de sus comportamientos simbólicamente sustituidos.
Pues podríamos afirmar con certeza que todas la perturbaciones de personalidad radican en una fijación de estados infantiles de la personalidad marcados por el miedo que se trasforma en angustia cuando su objeto ha quedado reprimido u obliterado en una cortina de símbolos objetos internos, objetos mitificados de deseos infantiles insatisfechos investigaciones sustitutivas y fantasmáticas de la realidad, demasiado densa en estos casos, que impiden ambos factores vivenciarse como adulto y abrirse a las realidades y a las relaciones interpersonales y sociales tal como son.

Tiene razón Adler al concebir la neurosis el carácter neurótico como una forma de instalación en la realidad como sí, y como una voluntad de parecer más que de ser Wille zum Scheiny no zu Sein más queda corto en el alcance de su observación no se trata solo de la voluntad de poder de dominio de tiranizar a los parientes próximos o de ocupar un puesto privilegiado en el grupo sino además de un aparecerse distinto u opuesto a lo que sé es que llegaría por ejemplo hasta la homosexualidad y travestismo para no arrastrar las consecuencias prácticas de ello pues se las teme infantilmente. Naturalmente esta superación del miedo infantil a la realidad propia y ajena depende a su vez de la transferencia y de la estrategia adoptada al efecto de la cual no deben quedar excluidas las técnicas de modificación de conducta desensibilizadoras, implosivas, reforzantes, según la naturaleza del caso ni las movilizaciones psicodramáticas. En definitiva, esto exige el terapeuta una creatividad especial ya que no puede abandonarse a recetas consabidas, sino que ha de improvisar cada vez artesanalmente del modelo práctico de cada caso como cuando Freud escribió en el caso de Olga Pappenheim, la división analítica de sus trastornos histéricos y organizó un sistema de referencias original para tratarlo.
Esto no ocurre ciertamente en ningún otro campo de la terapia ni la medicina interna pues el organismo funciona aproximadamente del mismo modo en todos los humanos y si hay algunas variantes más bien se deben estas a la incidencia de factores psíquicos o psicógenos en todo caso psicoanalíticos, en el funcionamiento del organismo que a peculiaridades individuales del mismo Rank y Steckel se han dado cuenta de que para curar e influir eficazmente los resortes más activos de la personalidad hay que llegar más allá de la palabra del esquema mental de las pautas sociales en que los impulsos se entrelazan desde los primeros impactos afectivos del primer año de vida.
En general puede afirmarse que la curación o el logro de la terapia fundamentalmente depende de la recuperación que el paciente consiga de las posibilidades vitales y emocionales energéticas referenciales y creativas que quedaron atrofiadas en su infancia por lo que se hace indispensable regresar aquellos estadios y niveles todavía soterrados en el adulto y bucear en ellos y una labor casi arqueológica para revivificar lo aparentemente obliterado y sin embargo tan vivaz que sigue perturbando la conducta la efectividad y hasta la inteligencia del adulto por no hallar su adecuada canalización.
Pero esta labor de recuperación de posibilidades de otro modo perdidas para siempre no puede ser amorfa, indefinida, sino que hay suceder según un proceso metódicamente articulado y han de irse recogiendo etapas o fases de instauración estructuras y estrategias distintaslas cuales han de controlarse con método y por lo menos no perder la vista la modulación espontánea del proceso que se va articulando y el control y las dificultades que pueden aparecer en cada etapa.
En el curso de la terapia serán distintos acontecimientos las fases de la terapia: a) Diagnosis e instauración de la relación transferencial; b) Penetración en los mecanismos de resistencia y resolución del nudo perturbador traumático represivo paralizante o bloqueador de la ceso a la realidad; y c) Integración ajuste y resemantización del mundo del paciente. Las fases se dan en mayor número dadas las vicisitudes por las que el proceso pasa en detalle, pero su dinámica y su sentido pertenecen a uno de estos tres momentos.
En la primera etapa las intervenciones del terapeuta de reducirse al mínimo o incluso evitarse totalmente aquí el terapeuta debe dejar brotar el material analítico con toda la espontaneidad y aún con todas las dificultades bloqueos resistencia y defensas que el inconsciente del paciente oponga a su manifestación no vamos a ir enumerando lo que ocurre en las distintas fases que ha sido objeto de estudio en otros seminario pero sí que el comienzo de la fase de mesetaria cuando se produce al no haber material espontáneamente aportado por el paciente se puede considerar llegado a la hora de emplear cuatro estrategias adecuadas a las dificultades y eficaces si es que anteriormente no hubiera habido ocasión o motivo de aplicarlas el análisis de resistencia, el análisis de la transferencia. Mayéutica dialéctica frustrativa, Técnicas Activas que es el objeto de este seminario.
Las resistencias dificultan el avance hay que examinar y analizar la microestructura de estas en concreto. ya que una de las causas de no avanzar puede ser que el paciente le falle el suficiente apoyo transferencia se debe analizar el funcionamiento de la transferencia el núcleo de los impedimentos está constituido por una estrategia inconsciente de esas resistencias solapadas por tanto deben frustrarse esas expectativas en el paciente haciendo caer al mismo en la cuenta de sus sin sentidos y paradojas defensivas una hábil mayéutica socrática es decir mediante preguntas que él debería hacerse asimismo y que cuando se las hace el terapeuta le pone en la disyuntiva de reconocer su obnubilación su dejarse engañar o su declarar la voluntad enmascarada en no cambiar.
Las Técnicas Activas finalmente podrán conseguir cogiendo desprevenidas a las defensas por otro flanco movilizaciones parciales de la libido reprimida que rebasan el área defendida ya no mediante una concienciación sino mediante el movimiento mismo que se quería evitar. Las dificultades prácticas que encuentra el médico y que encuentra el psicólogo en su ejercicio profesional hay una notable diferencia en perjuicio del psicólogo ya que mientras el médico conoce de antemano los objetos que debe manipular y la realidad que en la práctica usamos ya sean anatómicas fisiológicas o de patología clínica el psicólogo no dispone del mismo repertorio de objetos reales y concretos sensorialmente observables e innegables objetivamente para todos los sujetos. En medicina nos referimos a objetos como hormonas neuronas hematíes anemias leucopenias procesos inflamaciones virus procesos degenerativos malformaciones viscerales, óseas, tumores.
El psicólogo se ve abocado a trabajar con emociones complejos traumas psíquicos tendencias pulsiones fantasías identificaciones símbolos y respuestas conductuales lo cual es mucho más impreciso menos determinable a simple vista y hasta cuestionable por alguno de los sujetos que intervienen el mismo campo semántico.
Además, ninguna asignatura en psicología suministra repertorios definidos de elementos que entran en juego como lo hace la anatomía y la fisiología la histología o la microbiología en psicología sin embargo no siempre están estructurados, sino que algunos incluso son negados desde unos presupuestos psicológicos a otros y aquí está la paradoja del básica del ejercicio. En medicina los tipos de enfermos son mucho más homogéneos y fijos cuando se trata de enfermedades orgánicas y su tratamiento es mucho más uniforme y el mismo tratamiento se recibe aquí que en Nueva York los tipos de perturbaciones psíquicas y modo de tratar las que se dan en psicología por eso antes de avanzar en nuestro seminario vamos a ver las tipologías psicológicas en el campo de la terapia.

Podemos distinguir hasta 9 tipos de personalidad social es decir no estructural de presuntos pacientes neuróticos magistralmente descritos por el profesor Luis Cencillo si atendemos a su primer modo de contacto con el analista y las entrevistas previas los psicóticos en cambio según el tipo y el grado de desintegración de su personalidad poseen características mucho más homogéneas estudiadas por la Psicopatología así tenemos el amorfo, el improductivo acrónico el acorazad el obsesivo el infantil sumiso el narcisista el paranoide el fálico triunfalista el desarticulado emocional esteroide y el esquizoide-paranoide con pérdida de objeto.
Amorfo: Este tipo no presenta especiales anomalías de conducta y podría de momento considerarse como normal y el a si mismo así se considera de no ser por sus estados de ansiedad de angustia y de incapacidad de disfrute de los placeres cotidianos que la vida ofrece
Improductivo acrónico que ya presenta además de la ansiedad o de la angustia del tipo anterior una clara anomalía de su incapacidad para articularse el tiempo y de integrarse en los ritmos temporales de los procesos en curso lo cual le reduce a un estado de improductividad el tiempo se le va sin hacer nada.
Acorazado incomunicativo, más anómalo todavía en su mismo sentir su personalidad no ya en su comportamiento como el anterior sino en la no experimentación de empatía ni comunicación alguna con la realidad social. Se siente aislado e impedido de todo proceso expansivo de sus energías y de sus afectos se encuentra bloqueado en su vida mental.
Obsesivo, con el típico matiz de retentivo escrupuloso y compulsivo el tipo obsesivo de origen claramente anal también hace el efecto de estar acorazado y desde luego de ser poco permeable a la comunicación y a la empatía pues parece vivir enclaustrado en sus objetos persecutorios.
Compulsivo, a veces demasiado activo cuando se ve forzado a actuar solo en un sentido determinado y de una forma siempre igual.
Retentivo parece vivir preso del temor a perder algo de energía, elementos, potencia que proyecta en otros objetos simbólicamente investidos.
Escrupuloso que puede y suele ser compulsivo se caracteriza por su eterna insatisfacción de todo lo que hace su perfeccionismo un tanto retentivo y su temor obsesivo a obrar incorrectamente.
Infantil sumiso en sus tres modalidades mágica informal y renunciativa, este tipo infantil llama enseguida la atención por su inmadurez que suele reflejarse hasta en su fisonomía y en algunos rasgos de ella la boca por lo general de calificamos de SUMISO porque su actitud en cualquier hipótesis es la de someterse a los que considera más maduros que él. El analista por supuesto; y aun cuando se trate de mostrarse independiente y rebelde no carece nunca de un tono caprichoso y en definitiva dependiente positiva o negativamente de la instancia contra la cual se revela.
El infantil mágicopide la terapia una eficacia automática aun cuando él no esté dispuesto a colaborar a comprometerse y a dar sinceramente el material necesario además presenta rasgos mágicos en sus reacciones: ocurrencias proyecto (negocios fantásticos y de éxito seguro) solo por algún detalle estético, pero sin infraestructura técnica y económica por ejemplo visión del mundo irreal y dócil a sus caprichos sin situarse nunca en el punto de vista del otro.
El infantil informal, aunque puede tener algo mágico se caracteriza por una invertebración que le lleva actuar y responsablemente al aire de sus gustos deseos y caprichos y sin tenacidad ni congruencia de proyecto cambia de estado de ánimo y de actitud rápidamente, pero con diferencia y superficialidad y rara vez acaba las tareas que se propone y se propone constantemente tareas y ocupaciones nuevas y distintas que abandona tan pronto surgen las primeras dificultades y es inclinado a sentir celos por cualquier motivo.
El infantil renunciativo, a este tipo el mundo le parece sembrado de dificultades y obstáculos y se siente impotente para triunfar y para competir los detalles sin importancia que el tipo mágico le habitaban en sus ilusiones a este le frenan y deprimen él no está dotado como los demás como el niño de corta edad no está dotado como los adultos por eso no compiten Suele ser agresivo pegajoso dependiente y pesado es de los que busca en constante mente y a deshora a la persona que cifran sus expectativas mágicas le telefonean por cualquier pretexto le escriben o se presentan con un regalo y se hacen los encontradizos irrumpen en su domicilio a altas horas de la noche o de madrugada
En la relaciones amorosas no consigue sino fracasos y desvíos la poca estima que Tales sujetos podían despertar acaban perdiéndola por su impertinencia ingenua resulta el clásico pelma.
Desarticulado emocional histesteroide, es el polo opuesto de los tipos iniciales de esta escala, pero también se diferencia del infantil por carecer de todo toque mágico y de rasgos sumisivos, recuerda la manera de ejecutar sus tareas escolares de niño en cambio este tipo desarticulado emocional se haya muy lejos de estas actitudes se muestra la menor extensión organizativa de un proyecto o de una tarea simplemente se deja de llevar de sus afectos y sus deseos de gratificación inmediata.
La personalidad histérica vive en el presente como si no hubiera pasado y fuera a tener futuro los tipos marcadamente histeroides carecen además de perfil hasta su fisonomía física es difícil de fijar son casi un puro eco de lo que los demás dicen hacen o esperan de ellos pero también sin consistencia por ejemplo sus aparentes solicitaciones eróticas y las personas histéricas no lo son en realidad y si el interlocutor cede a ellas se ve automáticamente rechazado y frustrado en sus pretensiones y si es el analista degradado como tal y anulado en su función de terapeuta.
Tal tipo desarticulado se caracteriza por su constante agitación de emociones y por tener siempre datos nuevos acerca de los datos diurnos de ánimo sus sesiones nunca son monótonas si no muy animadas, pero puede ser a pesar de todo muy ineficaces
Cuando se les hace enfrentarse a su inconsistencia y se les hace hacer insight con lo ficticio puede sentir tal miedo que abandona de un día para otro la terapia con la misma ligereza que la emprendieron entre ellos se encuentran los dilettantis que asocian y solicitan un psicoanálisis solo por ver qué es aquello, pero no están dispuestos a colaborar ni dar decir lo más mínimo.
El Narcisista paranoide ,el narcisista está fijado en sí mismo y enfoca a los demás desde su solicitación de atención y de aprecio como un público potencial de algún modo obligado a aplaudirle pero como no lo hace así se convierte para él en persecutorio y hostil que es un rasgo paranoide los tipos infantil y desarticulado también pueden tener rasgos narcisistas y en mucho menor grado paranoides pero solo en este tipo de narcisismo es estructural el centro de gravedad de la personalidad es el propio sujeto.
Se muestra intensamente dependiente de los demás, es vulnerable inseguro y hedónico de arrogancia y autoestima debe ser confirmada El paranoide narcisista como el fálico suele ser agresivos los tipos anteriores no lo son y no lo son en esa medida y la gran dificultad que el terapeuta encuentra en su caso es como interesarle Con él por lo tanto hay que servirse de una estrategia frustrativa que le cause ansiedad y angustia y le ponga delante de su insignificancia y su dependencia vulnerable y débil de la estima de su analista. Esto provocará una transferencia negativa resentida y nadie agresividad del principio que le demostraría lo improcedente de sus tácticas para ganarse la estima ajena. Pues en narcisista en el fondo no se ha acabado de aceptar a sí mismo. Hay que lograr de él esta aceptación y entonces podrá abrirse sin defensas ni miedos paranoicamente convertidos en agresividad a los demás y a la realidad.

Fálico narcisista, se trata de un tipo muy definido y perfilado que ya Wilhelm Reich descubrió y expuso perfectamente el análisis del carácter bajo la denominación de fálico narcisista. Sus apariencias nada tienen de neurótico es seguro de sí mismo en apariencia, enérgico sexualmente muy potente, nada tímido y muy emprendedor y sin embargo predominan en él, inseguridad, incapacidad de relación amorosa que puede llegar en un momento hasta la impotencia a causa de ansiedad inhibitoria de la potencia eréctil, improductividad por desarticulación del tiempo.
De componente homosexual activado y fuerte que le produce una ansiedad típicamente paranoide. Mientras la personalidad histeroide consiste en una fachada detrás de la cual solo hay vacío fragilidad y emotividad desarticulada la personalidad fálica se halla también constituida por una fachada detrás de la cual hay una personalidad determinada que se quiere negar o disimular. La fachada reactiva del histérico trata de servirle para conjugar los peligros exteriores la fachada dura y monocorde del fálico tratar de conjurar el peligro interior de que su verdadera personalidad se manifieste vulnerable emotiva dependiente infantilmente egocéntrica y homosexual. Así al menos lo ha visto Reich y nosotros lo hemos podido comprobar constantemente en nuestra práctica. El fálico se presenta como seguro como extraordinariamente potente y viril si es mujer como irresistible y muy segura de sus instintos como emprendedor y dinámico como maduro y alguien a quien no se le pone nada por delante audaz y agresivo.
A primera vista parece todo menos un neurótico, para quien no esté acostumbrado a tratar en terapia esta clase de personalidad. Y, sin embargo, viene a la consulta y pide tratamiento o empieza por decir que no necesita ningún tratamiento pero que viene a consulta ciertos detalles que le preocupan. Desde luego suele tener expresiones despectivas para el otro sexo la mujer, también las tiene hacia el sexo masculino y muestra gran agresividad además de desprecio hacia los invertidos. Lo que le trae la consulta suele ser ansiedad, angustia problemas personales, (nunca sexuales) con el cónyuge con su jefe o la pareja, está incapacitado para el amor y el cariño, fuera del deseo vehemente de asombrar a la pareja con su potencia. Insiste en la paradoja de, hallándose extraordinariamente dotado para lo suyo, no tener éxito o que las cosas no le salen bien. La transferencia con nuestros pacientes suele ser fácil, es muy positiva, aunque al principio llena de defensas, pero luego muestran su fondo infantil vulnerable y necesitado de apoyo.
Según Reich son los pacientes más agradecidos y más rápidos en curarse en nuestra práctica y nos parece que tanto los esquizoparanoides con pérdida de objeto como este tipo de fálico narcisistas, constituyen ya la frontera con la psicosis, comienzan a vivir rodeados en una pantalla de símbolos, a tener ausencias mentales y sensaciones raras; (desdoblamiento de personalidad sobre todo) gran inestabilidad emocional o lo contrario una fijación rígida en un estado tenso ansioso, afectivamente muy frío con una ética muy fuerte y muy exigente y con preocupaciones ideológicas o religiosas obsesivas.
Algunos no aceptan el mundo como es, porque le resulta persecutorio y totalmente negativo, por lo menos en algunos de sus aspectos cotidianos, y se crean depositarios de la misión de transformarlo; transformación que en unos casos ha de ser revolucionaria y violenta, en otros política y en otros religiosa y profética, pero cada vez excluyendo y despreciando las otras modalidades. Dan a entender dificultades y conflictos constantes con su entorno, pero echándole la culpa exclusivamente a ese entorno familiar profesional o social nunca asimismo ni a factores más matizados y difusos de la realidad (a veces es un grupo político mafioso o los masones los burgueses los rojos los protestantes los católicos o simplemente los enemigos el que les parece causante de todos los males que se producen. En tales casos ha de prestarse el terapeuta escuchar durante las sesiones interminables peroratas políticas sociales o religiosas en las que desarrollan toda una sistemática abstracta y rígida sobre la que vuelve una y otra vez para explicar todos los conflictos. En esta escala que hemos construido de menos a más conflictividad desde los tipos más pasivos y bloqueados para terminar con los más violentos y activados en sus síntomas no hemos tenido en cuenta ni el tipo ni el número de síntomas somatizaciones alucinaciones manía persecutoria etc.
Ni el tono maníaco o depresivo ni las anomalías sexuales que presentan, aunque unos tipos sean por lo general más inclinados a un tipo de síntomas y de anomalías sexuales que otros, pero nada de esto hubiera sido verdaderamente significativo para trazar una tipología la somatizaciones o más propias de los tipos histeroides la denominada por Freud histeria de conversión las alucinaciones de los esquizoides la impotencia del acorazado la homosexualidad en infantil del obsesivo del narcisista y del fálico y las fantasías del infantil del desarticulado y del narcisista igualmente hay tipos predominantemente maníacos otros depresivos y otros alternantes de modo que no sirve este criterio para una clasificación adecuada las anomalías sexuales son por supuesto siempre efecto de un modo de reflejarse una estructura anómala de la personalidad y no el constitutivo de la misma.
En general, las resistencias provienen de una cuádruple negativa que puede darse en un caso en todas sus formas o solo ven alguna de ellas Negativa a asumir lo inconfesable que puede ser incluso nada más que la vegetatividad, la animalidad, el sexo o la agresividad. Negativa a aceptar lo propio en cuanto propio pues se haya alienado o identificado con otra figura. Negativa a integrarse en una praxis responsable de cara a la realidad. Negativa a una ética autógena y libre para salir del refugio en un lateral de una normativa superyóica. En toda estructura de personalidad neurótica el impulso sexual agresivo se hayan mal importados reprimidos o desviados. La agresividad puede y suele hallarse vuelta contra el sujeto mismo y tiende a destruirle a frenarle y a frustrarle sus posibles éxitos a enfermarle o culpabilizarle. La sexualidad puede estar vuelta contra el sujeto mismo y produce el narcisismo y el autoerotismo, pero más frecuentemente se haya desviado de su objeto y vuelta hacia otro distinto produciéndole lo que la sociedad califica de Perversiones o una Fijación elíptica en alguna forma.
Todo lo cual a chocar con la normativa superyóica intensifica la culpabilidad y puede llegar a producir efectos suplementarios de carácter masoquista y auto punitivo por lo que la recibirá se asocia a la sexualidad desviada y se produce también contra el mismo sujeto. Todos los pacientes en algún momento del proceso se esfuerzan por la arrangement, que en genuino castellano ha de traducirse por apaño y no por arreglito como han hecho las traducciones de Adler El procedimiento básico del terapeuta combinado estrategias consiste en perseguir implacablemente los metimos y defensas del Apaño a veces en sesiones de puro ataque y desarticulación del sistema defensivo sobre todo cuando más madurado está el caso usando también de la paradoja, Hasta que la resistencias se pasen de rosca y muestren su absurdo. Si no los procesos terapéuticos se eternizan o tras una hábil huida hacia la salud son dados de alta sin haberse curado verdaderamente. Un mismo paciente puede cambiar de tónico puede mantenerse constante en una determinada lo que al trazar este catálogo nos interesa es ofrecer una sinopsis de la variedad de modos de actuar del paciente en las sesiones cambie o no en estos modos de actuación.
Los psicoanalistas demasiado rígidos, resultan menos eficaces si una interpretación demasiado servil del principio de abstinencia les convierte en espectadores totalmente pasivos y silenciosos del caso, de la reacciones y del discurso que se tiende sobre el diván ante su atención.
El genio terapéutico de del que analista le tiene que llevar ejercer un influjo movilizador inconsciente sobre el paciente y a desplegar una estrategia difusa de manejo de las situaciones para hacerle reaccionar y movilizarse. La marcha normal de un proceso, no estancado y una vez establecida una buena transferencia, procede por un juego de roles alternantes, proyectados por el paciente sobre el terapeuta y sobre sí mismo, un proceso regresivo suplementario, una sucesión de fases que hay que controlar e ir compulsando diversas áreas temáticas discretas y alternamente y un provocar contrastes emocionales e intencionales, dosificando tácticamente las interpretaciones del material, significa servirse de recursos que espontáneamente posee la personalidad y funciona el proceso evitando precisamente su paralización y la incidencia de elementos defensivos en su buena marcha.
Junto con el principio de abstinencia bien entendido hay que hacer resaltar sobre todo a propósito de las Técnicas Activas que podríamos denominar principio de distancia simbólica fundamento de la abstinencia y según el cual toda actividad comportamiento activador dentro de la terapia puede ser eficaz y no perturbador solo si mantiene claramente su naturaleza o su carácter simbólico. Si la distancia simbólica se anula y la actividad pasa a convertirse en una implicación del analista en la vida real del paciente con consecuencias externas al análisis, como sería el caso de emplear al paciente una oficina del terapeuta o establecer así una relación laboral extra analítica o de convertir la contratransferencia en relación sentimental o en adulterio.
Ciertas muestras de afecto que puedan resultar eficaces en un paciente heterosexual por vivir las este inequívocamente como símbolos de atención paterno parental pueden estar totalmente contraindicadas si se trata de una persona del otro sexo sobre todo una histérica o de un homosexual pues este tendría espontánea y casi inevitablemente a interpretarlas como complicidad homosexual como un entrar en su juego neurótico y un caer el analista automáticamente de su posición terapéutica.
No puede el terapeuta de un paciente determinado, alguien por muy experto que sea, que se encuentre vinculado a él por razones de parentesco de colaboración profesional o de amor; la distancia entre ambos sería demasiado reducida para que el carácter y la eficacia simbólica de la relación transferencial de la comunicación y sus vicisitudes pudieran mantenerse. Lo que precisamente cura no son los acontecimientos reales que suceden en la vida cotidiana del paciente sino la transposición a registros simbólicos en estado puro tal descongestión depresiones reales hace posible una lucidez progresiva y una presencia de serenamiento afectivo que permiten ya concienciar asumir y translaborar –durcharbeiten- los traumas, las asociaciones, y los desplazamientos libidinales que se hallaban en la base de la perturbación.
Por eso resulta ineficaz y aún contraproducente lo que algunos psiquiatras y psicoterapeuta aconsejan a pacientes deprimidos coitar en las condiciones que sean incluso con profesionales del sexo. O si se trata de hombres o mujeres homosexuales condescender a sus inclinaciones y buscar una relación de este tipo más bien lo que sucede es que aumenta la angustia Y si se produce un fracaso en esta relación empeoraría su estado depresivo o de ansiedad. No es la actuación externa el acting sino la asunción imperativa del inconsciente lo que hace posible la acción lo que desbloquea el paciente e impide el libre juego de energías básicas en orden a una práctica adecuada del principio de realidad, no son las relaciones reales que mantenga con las circunstancias y objetos de su entorno sino precisamente la relaciones simbólicas que mantiene con los objetos también simbólicamente investidos y en ese terreno es donde hay que reunirse la batalla de la aceptación de la realidad y de sí mismo.
El inconsciente no procede por saltos ni simplificaciones e incluso para que reciba el mensaje que se le dirige, a ir articulado y organizado conforme al encadenamiento semántico concreto que su contenido presenta en el. la vida sexual, las personas del otro sexo, los jefes, el éxito, el dinero, las posesiones, los objetos que evidentemente carecían de relieve para el niño de corta edad es perfectamente lógico y natural que la actividad curativa haya de operar sobre la esfera de los símbolos asociados a los objetos internos que son el elemento verdaderamente perturbador y no sobre las realidades hacia las cuales tardíamente se desplazó el afecto o el significado proyectado sobre ellas por los símbolos. El analista de ser la pantalla viva sobre la que se proyecte los fantasmas infantiles temidos o deseados y ha de soportar -sin implicarse- la agresividad el miedo el resentimiento el cariño el deseo o la admiración que aquellos mismos fantasmas despertaban.
Lo principal en la diálysis, el psicoanálisis antropológico, no es la interpretación más o menos afortunada de los sueños y las fantasías y los recuerdos sino una objetivación analítica y concienciativa de todos aquellos elementos simbólicos y fantasmáticos que han quedado como huella fijativa de unas figuras parentales o parte de ella, como pueden haber sido los pechos la vagina el pene, en forma de objetos internos La interpretación es solo un medio de digerir y concienciar el influjo que todavía ejercen sobre los niveles profundos estas figuras arcaicas y la relaciones no resueltas que antaño se establecieron con ellas. La tendencia a la repetitividad de lo pasado y sobre todo de lo pasado no definitivamente resuelto sino que ha dejado un enganchon libídinal que tira hacia atrás en todo o en parte las inclinaciones inconscientes y así perturbe la dinámica del proceso de realización. En todo sujeto cuya necesidad de amor no ha sido suficientemente gratificada viene a decir Freud en sus escritos técnicos lo que los impulsos libidinales se despiertan inevitablemente al entrar en contacto con un nuevo objeto el analista, y se produce el fenómeno de la abreacción.

Los impulsos reprimidos se resisten a ser recordados conscientemente, pero tienden a reproducirse afectiva y activamente pues como van a ser vado perfectamente Ferenzi Rank en El desarrollo del psicoanálisis y el análisis no es un proceso intelectual sino afectivo en el que el recuerdo y la repetición sirven para hacer emerger reactivar el material y libidinal reprimido. Esta Abreacción puede producir tres efectos contraindicados es decir presenta su ambivalencia. – es que llegue a ser tan intensa que provoque un acting Out. .- que adquiera un matiz marcadamente negativo en relación con el analista como sucede con las personalidades paranoides lo más frecuente es un miedo a un afecto homosexual hacia él o por parte de el que haga cesar toda posibilidad de influjo benéfico y de tratamiento..- que provoque en un analista poco controlado una respuesta contratransferencia imprudente y activa y al implicarle como partenaire en el caso, cuando el paciente es de distinto sexo al suyo, llega salir del rol de analista con lo cual también habría terminado ineficazmente el análisis con el analista. Reich viene a insistir desde su punto de vista y con su lenguaje en lo mismo.

Karl Abraham en 1908 funda el Instituto Psicoanalítico de Berlín y dice que hay un desplazamiento de energías de un objeto a otro al ser eliminadas las defensas infantiles provocadas por el miedo primario. La herida narcisista de Freud y la reparación mediante las digitación del deseo de ganarse al padre y la obtención de una aprobación de la instancia superyóica, experiencia emocional correctiva de Alexandre y French 1946 y reabsorción de las funciones del súper yo en el yo Alexander o la ética autógena de Luis Cencillo intervienen en la formación y la resolución del Transfert cuya interpretación y elaboración working through o Durcharbeitung así como la resistencias de ello ocasiona conducirían en definitiva a dar a la experiencia analítica del paciente el carácter de una existencia en libertad.
Las estrategias activadoras es preciso plantearse la cuestión de la falta de comunicación verbal, cuando la comunicación verbal se bloquea se pueden adoptar cuatro estrategias diferentes, pero en algún modo complementarias. Mediante intervenciones muy breves ir reconduciendo al paciente a su infancia interpretándole el silencio como una demanda tácita de determinadas satisfacciones regresivas o sugiriéndole a sucesiones recuerdos de situaciones infantiles o suministrándole muy discretamente puntos de referencia y esperando a ver por dónde sale y como hacen su efecto es sugerencias que han de estar tan ambiguas como las láminas TAT o un dibujo de test proyectivo, crear o evocar situaciones o juegos de demandas y de respuestas y estudiar las reacciones que en ellas se producen y analizar las estructuras de situación simbolizar lo reprimido mediante el psicodrama y así podría analizarse burlando la censura directa que provoca la falta de comunicación verbal.
Ceder aparentemente y hacer como que se entra en el juego del paciente sobre todo cuando el silencio obedece a demandas tácitas infantiles para enfrentarle a las últimas consecuencias de su demanda que son siempre absurdas, en quién es muy primario un refuerzo estimulante de la respuesta, puede también activar el proceso mediante palabras optimistas animosas o de aprobación con tal de que sean sinceras o que suenen a sinceras. Recordemos que el proceso terapéutico para ser eficaz y verdaderamente terapéutico a veces dinámico puede consistir meramente en escuchar interpretar brevemente y apoyar sino que se ha de desplegar una serie de estrategias y de procedimientos para movilizar hacer abreaccionar ajustar las estructuras de personalidad del paciente y abrirle a la realidad solo entonces podrá hablarse de diálysis se puede decir que este proceso psicoanálisis antropológico una vez establecido la confianza básica y un mínimo de transferencia al proceder por los siguientes pasos:
- Obtención de material significativo con sus técnicas de estímulo activas de este material e interpretativas del mismo hermenéuticas.
- Translaboración de este material en orden al insight y su asunción integrativa.
- Abreacción emocional y divinal.
- Canalización resemantizadora hacia la realidad de una misma libido habría accionada o avance práctico y autógenamente ético hacia la realidad
Finalmente, el material válido y significativo puede ser provocado o estimulado mediante Técnicas Activas estas técnicas activas fueron tematizadas por Ferenczi y rechazadas por el mismo Freud y por la ortodoxia freudiana el que se hayan prestado para ciertos abusos no tiene porque invalidad su eficacia y no existe otro recurso ni siquiera la mayeutica si el paciente inconscientemente se niega a dar material o movilizarse y abreaccionar. Pues estas técnicas activas ofrecen otras ventajas suplementarias y suponen un paso más allá de la mera extensión de material válido supone la dinamización abreactiva del proceso a veces de la desinhibición el insight y el salto del resorte su número considerable lo hemos organizado sistemáticamente tres grupos según que directa o indirectamente estimulen la emergencia de material o simplemente cree una situación especial capaz de mutar el estado afectivo o las condiciones del psiquismo y dar así lugar muy indirectamente a la emergencia del material.
–Técnicas activas directas: La asunción de la realidad corpórea. Hay que indicar una atención muy especial a que el paciente cuando resiste a aceptarse a sí mismo se enfrenta abiertamente con su realidad personal concreta con sus aspectos más rechazados: animalidad, genitalidad, figura o esquema corporal; para ello puede usarse el espejo y mientras se mira darle significado positiva y objetivamente.
–Análisis directo: Nos referimos a los procedimientos que Rosen usa con los psicóticos cuando les desenmascara directamente y les dura delante de sus mecanismos defensivos y paradójicos advirtiéndole lo improcedente e ineficaz de los mismos y cuando se arriesgan a perder su contratransferencia una vez que se ha ganado su transferencia.
–Técnicas activas indirectas: Agresión verbal o levemente física la agresión verbal ha de ser empleada con suma prudencia y en razón cuando como en el análisis directo se hace necesario desenmascarar las estrategias solapadas del paciente o acabarle de convencer de que su discurso es una pura defensa, la agresión levemente física y siempre guardando la distancia simbólica, puede consistir en coger el brazo del paciente repentinamente en poner la mano sobre la cabeza en darle un empujón en irse el analista de la habitación y dejarle solo y no dar en la mano o no saludarle o despedirle movilizándole directamente el brazo y hacerse el distraído a su discurso más todo ello en el momento oportuno por ejemplo cuando el mismo puede comprender que su resistencia se hace desesperante. O hay que recordarle vívidamente la sujeción a la que le tiene sometido al fantasma paterno o materno y sin dejar dispararse ningún impulso realmente agresivo, que resulta totalmente contraindicado por lo que pudiera suponer de mensaje erótico real o fantaseado por aquel. Cambio de decoración y de iluminación del lugar de las sesiones, puede colocarse algún cuadro especialmente significativo y simbólico frente al diván puede cambiarse la iluminación aumentándola o disminuyéndola incluso dejando la habitación a oscuras o tener una sesión en una habitación distinta para que su disposición pueda ser estimulante para ciertas reacciones más sobria más depresiva más alegre más cómodo incómoda decorada de un modo más desconcertante etc. Los comentarios y las reacciones afectivas del paciente pueden ser ya material válido. Láminas proyectivas. Ejecutar dibujos o modelado y también música.
Técnicas activas situacionales: Psicodrama. Visita lugares de la infancia o cargados de recuerdos y significación. Cambio de posición y de distancia ponerse frente al diván en lugar de espaldas a él puede cambiar totalmente la actitud del paciente sobre todo aumentar o disminuir la distancia del diván sin decir nada, suelen encerrar un mensaje que el paciente inconscientemente no deja pasar inadvertido. La lejanía puede indicarle desaprobación y distanciamiento afectivo y moral la cercanía mayor atención y aprecio o una actitud agresiva e invasora de su territorio no se olvide la enorme importancia que tiene el territorio para el inconsciente de los pueblos están los animales y por supuesto de ciertos individuos. Mirar a los ojos al paciente y obligarle a sostener la mirada, aunque ese procedimiento deja algunos los menos totalmente indiferentes a otros les supone una dura prueba y algunos se desarman literalmente comienzan a llorar reír nerviosamente y hasta cambian de color o experimentan otras somatizaciones esto es ya material válido y significativo puede pasarse a continuación a su análisis directo.
Desencadenar su agresividad. Tener la sesión en presencia de su pareja en esto hay que ser muy cauto pues nunca conviene tratar con los allegados del paciente que tratarán por todos los medios de hacer analistas o aliado contra el paciente o si no pueden indisponerle con él para todo que no influya, pero si este peligro se conjura y las circunstancias puedan aconsejarlo parecen aconsejarlo puede ser la tensión de una sesión así un modo de transformar el estado emocional poco dinámico del paciente.
Sofronización: La sofronización al anular su nerviosismo sus tensiones su rigidez muscular o su ansiedad puede efectuar el mismo cambio de estado sigue con el paciente y desencadenar la emergencia del caudal del material válido que su rigidez tenía represado. El Psicodrama y la Sofronización constituyen capítulos aparte y resultan más bien técnicas de técnicas pero poseen un poder extraordinario para cambiar los modos de reacción del paciente desde luego en casos difíciles y renitentes son sobre todo el Psicodrama, el medio más breve y eficaz de desinhibir y de hacer abreaccionar o por lo menos de que se manifiestan reacciones y sus contenidos correspondientes hasta entonces cuidadosamente celadas o en el paciente se negaba a admitir como posibles en él pero sobre todo es eficaz por las evidentes movilizaciones emocionales y pulsionales que ocasiona propiamente no es una técnica más sino un método terapéutico independiente pero que se puede valer como técnica activadora Las demás técnicas activas son simples recursos intersubjetivos para superar la rutinas y las inercias de la instalación y las sesiones y las transferencia, o de las estrategias defensivas y resistentivas organizadas por la actividad inconsciente del paciente que no supone la menor perturbación o desvirtuamiento del material primario de la misma manera que los histólogos al analizar un tejido lo tratan con sustancias colorantes o reactivas, para observar mejor ciertas peculiaridades del mismo mucho mas un psicoanalista podrá y aún deberá colocar al paciente en ciertas situaciones que nada perjudican o ante ciertos objetos, imágenes ,palabras, acciones y actitudes del analista o de la pareja que provocan las reacciones o falta de ellas que sea preciso observar.

Psicodrama: El que un sujeto, por ejemplo, se limita a representar un papel que a nada le compromete por ser ficción, y hallarse dentro de un como sí y que aquel reaccione de un modo determinado o asocie o se observe internamente en sus en este emociones nada tiene de perturbador ni delante de la generalidad del caso y de su material originario. Desgraciadamente este material es mucho más pertinaz y fijo que todos los intentos y recursos para modificarlo, el único inconveniente sería el provocar el acting out, pero ya hemos dicho qué tal vez ocurra con esto como ocurrió con la transferencia en los comienzos del sistema de Freud y con la transferencia durante toda la carrera terapia de Freud todo esto es cuestión de controlarlo. Pero además el peligro de que algo suceda, salvo en circunstancias muy peculiares nunca ha sido obstáculo para que se intenten aquellos efectos positivos que pudiera para producirse, reportar ese peligro si ella hubiera de ser así muy pocas cosas se intentarían pues todo encierra siempre algunos peligros este tuciorismo a ultranza es la causa de todos los conservadurismos e inmovilismos de la historia no se olvide tampoco que el sujeto humano no es un objeto inerte adecuadamente observable en una estática posición sobre un portaobjetos de laboratorio sino un ser eminencia activo y práctico y hasta lúdico cuyo análisis y entendemos por análisis en este momento no la terapia holística sino aquel procedimiento científico que consiste en la observación pormenorizada de los componentes mecánicos y relaciones de objeto resultará tanto más completo total y esclarecedor cuanto más se proporcionen al paciente una serie de ocasiones de actuar, de sentirse, de observarse, y de reaccionar ante diversos estímulos de distinta naturaleza que le evoquen situaciones y objetos para el sobredeterminados, por los menos cuando por sí mismo no reaccione y persista en una actitud monótona y poco significativa para su movilización.
La terapia de conducta tiene ventajas sin duda sobre el Psicoanálisis tal como los ortodoxos lo conciben en sus procedimientos de activación. Aunque el Psicoanálisis la aventaja en la variedad y profundidad de niveles y de elementos que observa y maneja. La combinación inteligente y dinámica o tal vez dialéctica de ambos métodos sería tal vez la terapia más adecuada el sujeto humano siempre que ambas escuelas renunciasen alguno de sus principios teóricos que las hacen incompatibles entre sí. Mientras la praxis y los hechos son irreversibles las teorías son revisables y sin embargo se cuestiona el revisionismo y se tiende a anular a los revisionistas, cada cual para firmarse psíquicamente pretende hacer comulgar con sus ruedas de molino a todos los demás y esto en todos los niveles sociales políticos y científicos y a estas ruedas de molino se les llama a principios dogmas sistema doctrina de escuela etc. desde los pitagóricos. Parménides habría sido un revisionista expulsado de la escuela como Ferernczi. Y Reich hasta la internacional de Psicoanálisis. Por encima de todas estas técnicas sin embargo se halla la dialéctica mayéutica o sagacidad del analista para desplegar una serie de estrategias dialogales que vayan conduciendo al paciente aquel nivel ya que el núcleo de su personalidad más significativo y que por tanto más directamente teme descubrir saber en una lista con muy escuetas preguntas y aparentes ingenuidades en sus reacciones verbales y emocionales, asombro, extrañeza ,credulidad deseos de precisar etc. es decir mediante la ironía socrática ir acorralado al paciente en la paradoja de su sistema defensivo.
En definitiva, esto exige al terapeuta una creatividad especial ya que no puede abandonarse a recetas consabidas, sino que ha de improvisar cada vez artesanalmente del modelo práctico de cada caso, como cuando Freud escribió en el caso de Olga Pappenheim la dimisión analítica de sus trastornos histéricos y organizó un sistema de referencia original para tratarlo.
Esto no ocurre ciertamente en ningún otro campo de la terapia ni la Medicina Interna pues el organismo funciona aproximadamente del mismo modo en todos los humanos y si hay alguna variante más bien se deben estas a la incidencia de factores psíquicos o psicológicos, en todo caso psicoanalíticos en el funcionamiento del organismo que a peculiaridades individuales del mismo Rank y Steckel, que se han dado cuenta de que para curar e influir eficazmente los resortes más activos de la personalidad hay que llegar más allá de la palabra del esquema mental de las pautas sociales.
En general puede afirmarse que la curación o el logro de la terapia fundamentalmente depende de la recuperación que el paciente consiga de las posibilidades vitales, emocionales, energéticas referenciales y creativas que quedaron atrofiadas en su infancia por lo que se hace indispensable regresar aquellos estadios y niveles todavía soterrados en el adulto y bucear en ellos y una labor casi arqueológica para revivificar lo aparentemente obliterado y sin embargo tan vivaz que sigue perturbando la conducta la efectividad y hasta la inteligencia del adulto por no hallar su adecuada canalización pero esta labor de recuperación de posibilidades de otro modo perdidas para siempre no puede ser amorfa indefinida sino que hay suceder según un proceso metódicamente articulado y han de irse recogiendo etapas o fases de instauración y por lo menos no perder la vista la modulación espontánea del proceso que se va articulando y el control y las dificultades que pueden aparecer en cada etapa. En todos los casos en el proceso psicoanalítico sucede en mayor o menor grado una resistencia con una actitud resistentiva.
La fluidez de material o de insght desaparece se vuelve crítico cerradamente opuesto a aceptar señalamientos y parece que la transferencia ha desaparecido a veces desarrolla, una espera inesperada agresividad contra el terapeuta se ha entrado en el posicionamiento resistentivo.
Esto es una garantía de que todo lo translaborado durante el monótono posicionamiento mesetario y tú haciendo efecto porque de no ser así no tenía razón de ser de resistencia repentinas e intensas hasta llegar a producir nuevas somatizaciones que alarman y sorprenden al paciente. el fenómeno de la resistencias es desconcertante porque el paciente no se aviene a cambiar pues una resistencia puede definirse como negativa inconsciente a movilizarse a avanzar o incluso a comprender en lo cual adopta diferentes códigos para expresarse. La causa es que el fondo nadie quiere saber la verdad acerca de sí mismo pues tiene verse rebajado en sus fantasías narcisistas y cuando esto no, tampoco desea ceder en su costoso disfrute de sus ventajas secundarias, cualquier estatus o estructuración estable de la personalidad hace temer la desestabilización y la sensibilidad se niega a cambiar por mucho que conscientemente lo desee aquí predomina el principio del placer que rechaza la menor incomodidad ya no el dolor y todo cambio supone la incomodidades de la readaptación.
La variedad de modos de resistir es grande y se trata de los siguientes:
Práctico, modalidad muy peligrosa, tiene lugar fuera de las sesiones y tiende a tirar circunstancias irreversible y significativas que pueden hacer imposible de momento la resolución del caso o interrumpir la terapia enlace matrimonial o comienzo de vida en común en personas que no ayudan para el cambio sino que perpetúa la actitud inmadura o el cambio de profesión, comienzo de un negocio ,determinadas lecturas dejar los estudios, o un puesto de trabajo para volver con la madre, cambiar la ciudad etc.
Confusivo, deja de ver el hilo conductor de su proceso y no comprende los señalamientos no puede colaborar con un mínimo de lucidez.
Somático, nuevos síntomas físicos, que el paciente suele tomar por enfermedades, incluso dolor precordial que remeda angustia, o a la angina de pecho y que la exploraciones medicas descartan cualquier proceso orgánico ya hemos comentado que las pantallas mas frecuentes donde inciden las somatizaciones son el aparato circulatorio la piel el aparato digestivo y el respiratorio y pueden aparecer ataques de asma diarreas y otras emergencias que impiden al acudir regularmente a las sesiones.
Regresivo, volver a miedos ya superados, reconciliación con la pareja alienante, abandono del nuevo puesto de trabajo o de los estudios, recluirse en casa o irse a vagabundear.
Fantasmático, distorsiones de la realidad miedos repentinos empieza a sentir el paciente que hay cosas que le contaminan empieza a parecer que le siguen que le espían le pincha en el teléfono, algún transeúnte llevo una escondida y le sigues de un sitio solitario.
Dependencias des identificativas nuevamente establecidas bajo el efecto de fantasías de incapacidad o pérdida de recursos económicos
El miedo a la pobreza o que vayan a faltar recursos es un fenómeno muy frecuente hoy y con razón pero en los pacientes constituye una forma muy tenaz de fijación dependencial de no atreverse a romper con situaciones alienantes y neuróticamente constituidas.
Rupturas de encuadre, expectativas mágicas no cumplidas desilusión, exceso de sumisión al terapeuta, indagar algún dato negativo del terapeuta sobre todo comentar con amigos o pacientes de los señalamientos del terapeuta o la marcha de las sesiones. lo oportuno inoportuno de los señalamientos cuando empieza a ver estos incidentes la terapia está seriamente amenazada y apenas se puede reconducir a no ser que paciente se decida enérgicamente a no condescender con las personas cercanas.
Cese de sueños y de las fantasías espontáneas, muy significativo es que la vida inconsciente se paraliza o no quiere seguir cooperando. En este caso se puede recurrir al RED de Desoille (Sueño Despierto Dirigido) o láminas del tipo TAT (Tematic Apercepcion Test) Para asociar y divagar con la imaginación a propósito de cada escena representada.
Bloqueo emocional y expresivo que se siente no viene nada de la mente que sea digno de expresarse no sé siente el paciente movido a manifestación alguna y suele olvidarse la hora venir a destiempo tiempo comentar con otros y enfadarse por qué no se le recibe. Desde luego ese tipo de asistencia no se produce nunca de forma aislada uno de ellos solamente como no sea el bloqueo generalizado o la falta de respuesta. En realidad, es mucho lo que el paciente y tuve ser humano lucido y libre de abarcar desde nuestro enfoque de psicoanálisis Antropológico de Luis Cencillo no hay estructura firme ni paradigmas abstractos ciertos, ni objeto del deseo reales y capaces de colmar el deseo incolmable y el mundo real es construido por cada grupo humano y el mundo íntimo por cada individuo bajo su propia responsabilidad todo lo bueno que se desea y se espera está estrechamente conectado con la propia hondura y consiste en modos personales de existir.
Hay que asumirse en el vacío del mundo real cuyo bien se lo prestamos nosotros conectados con una fe en algo positivo ni siquiera sea la” fe en el progreso “o “la humanidad”. En la terapia lo importante no son las cosas reales sino el modo de comunicarse con ellas y sobre todo acerca de ellas el papel del terapeuta es estimular silenciosamente a avanzar y a asumir. Para ello cuenta con las posibilidades abiertas del preguntar aprovechando los silencios y tirando de los cabos sueltos que dejé el paciente. Señalar oportunamente analizando la aceptación o la posición del paciente. Hacer inferencias de lo dicho por este de sus resistencias y de sus somatizaciones. Y todo ello sirviendo de testigo de pantalla proyectiva de continente y de sparring al paciente una vez establecida este establecido este en su transferencia.
Sabiendo que es ya el momento privilegiado de dar al salto no asustándose ha de acorralar al paciente reducir al absurdo sus defensas y los supuestos tácito de las mismas y animarle a dar el último paso. para ello de servicio más que nunca de la mayéutica el desenmascaramiento de denuncia de las claves resistentivas conseguir sorprender por la espalda su sistema defensivo como en las guerras clásicas. Esta vez la mayéutica va orientada a que el mismo paciente se responda acerca del sinsentido de su resistencia. Ya no se trata de explorar sino demostrar que el que en esa nueva actitud el paciente trata de regresar y de cerrarse al futuro. En nuestro tipo de terapia como se supone si marcha bien que el paciente va avanzando más o menos lentamente hasta llegar a temer el desenlace que va acabar con sus ventajas secundarias es lógico que hay un frenazo en momento de ir a producirse el cambio irreversible. La mayéutica puede comenzar tomando pie de cualquier peculiaridad concreta que se presente ¿parece que no adelantas mucho? ¿Temes algo si cambias? o si viene el paciente pesaroso indignado contra sí mismo por haber cometido un acto fallido que perjudica mucho o le pone ridículo y se le percibe que comience un nuevo modo de comportarse en su vida. ¿Te das cuenta de que tenía que decir con a tu favor ¿Y? qué ventajas haces con ello. ¿Análogo procedimiento es el de desenmascaramiento de las intenciones secretas de la vida inconsciente sus estrategias, sus tendencias a permanecer estéticamente desintegrada se pueden hacer afirmaciones como: ¿Estás buscando compensaciones? ¿Tiendes sin saberlo hasta el objetivo? ¿Tratas de perpetuar tu relación infantil de sometimiento por miedo al castigo? ¿Temes tu independencia?
¿Al parecer, te sientes amenazado si sales de la protección fantaseada de tu madre etc. pero esto es más seguro NO afirmar si no llegar a la misma conclusión preguntando y cualquier supuesto puede preguntar si ¿Qué te propones o que se propone la vida inconsciente con ese parón? ¿Crees que vas a poder ser más feliz quedándote a medias en todo? Por ese camino puede insistirse en acorralar las intenciones inconsistentes del paciente y obligar a este a confesar que no desea curarse o salir de sus ventajas secundarias y otras dudosas gratificaciones de su pulsión de muerte hablamos de pulsión de muerte aunque Luis Cencillo decía que la muerte mientras no se le haya vivido es algo abstracto y la libido tienda objetos máximamente concretos sino que sería una autoagresividad o autodestructividad en este momento de la terapia del término pulsión de muerte tiene razón es muy útiles para alarmar a cualquier paciente pues nadie quiere morir ni aún los suicidas.
Puede ser muy motivador despertar en el paciente el recelo de estar suicidándose socialmente a no querer avanzar hacia la integración y la realidad Sorprender por la espalda en las defensas patológicas de momento equivale a desvelar la paradoja que en el fondo actúa y es lo mismo que descubrir las claves de la resistencia. Todo viene a constituir en poner de manifiesto que y que asuma el paciente a las contradicciones, el sinsentido sin salida de una actitud cerrada a la realidad y al futuro sobre todo al futuro al futuro real. En este momento de abordar el tema del futuro. Ya se sabe que en el gobierno de los buenos Estados nada se puede hacer sin planificar, democracia, pedagogía ,economía En algunos estados sus gobiernos no planifican demasiado por lo cual siempre les sorprende indefensos los acontecimientos que sobrevienen carecen de infraestructuras suficientes no se han previsto urgencias y necesidades y los presupuestos para las necesidades y los intereses todo ello se hubiera podido remediar si se hubiera contado con el futuro inmediato con los cambios ya realizados sin el presente para los observadores lúcidos.
Pero esto hay países en que no suele hacerse son los que siempre se hallan en el límite del tercermundismo a veces esto se debe a que los gobernantes atienden más al efecto político del momento y a la demagogia que al momento económico y de calidad de vida humana futura. En la Gran Bretaña en esta prioridad es lo práctico sobre lo político es un modelo. Así pues en los estados nada se puede hacer sin planificar el futuro inmediato y el mediato La personalidad patológicamente instalada se distinguen de todo por su falta de sentido de futuro no prevé ni es capaz de tomar medidas objetivamente válidas para preparar la calidad de su futuro vive acosada por el pasado o por el presente como en algunos Estados en decadencia por supuesto el eslogan de vivir el presente a tope es claramente patógeno y obedece a intereses puramente comerciales desde luego en sus orígenes es la proclama de personalidades desajustadas que no quieren planificar absolutamente guiadas por un problemático principio de placer Marcusiano muy poco terapéutico. La dinámica del existir en grupo individual no puede ignorar nunca el futuro, ignorar el futuro es desrealizarse, desexistirse, ponerse bajo el signo del impulso de muerte, el vivir el presente a tope implica un rechazo de la realidad del presente pues el presente siempre es un dar entrada al futuro que en este instante se vuelve presente y realidad que a su vez comienza a dar paso a otro futuro. Y resulta incomprensible que Sigmund Freud no haya insistido más en el futuro, sino que haya corrido el riesgo de fijar a los pacientes es una obsesión por el pasado persecutorio. Cómo se trabaja el futuro Pues si pasado este claro que se trabaja recordándolo y dejándose invadir por los sentimientos que despiertan los sentimientos recordados que se sucia en ello y buscando sus claves.
Pues el futuro se trabaja induciendo al paciente a prolongar las líneas que se esbozan en su actitud o en su situación presente. Desvelar la paradoja viene a ser lo mismo ¿Le tienes miedo al futuro y por eso le resistes a terminar el proceso? Se le puede decir: Imagínate a ti como ahora, pero con 20 años más, sin pareja con una madre octogenaria y deteriorada psíquicamente y sin empleo fijo ¿Da o no da miedo que ponerte desde ahora a ser como tu edad exige y sentar las bases de un futuro confortable? Razonamientos parecidos: ¿No ves que tus padres te van a dejar antes de lo que piensas no se van a volver una carga para ti en lugar de ayudarte? ¿Por gratificante que te resulte, quieres seguir así indefinidamente? Todo ello frases muy breves y dosificadas evitando el tono de sermón que puede aparecer. Todo esto hay que decirlo sin ironía sin mordacidad con voz pausada y distendida con algo como algo evidente que cae por su propio peso pues así es como puede ir entrando en impregnando suasoriamente la sensibilidad inconsciente.
Naturalmente puede haber situaciones en las que haya que implosionar el paciente con un desafío mordaz e incisivo para sacudir su pasividad pero esto ha de ser la excepción. Puede que de momento nada de esto haya hecho mella en el hay que seguir insistiendo pues no existe ya otro recurso disponible. En todo caso seguir descubriendo las claves de la resistencia ¿no te decides sigues anclado en tus síntomas o en tu falta de iniciativa por esto y por eso. Y por esto y esto puede ser la comodidad el miedo infantil la depresión desmotivadora la falta de autoestima la fijación en la madre que puede estar debajo de todo ello.
Si la madre fue castrativa, severa y devaluadora del hijo(a) la conciencia profunda de fracaso y de incapacidad como si dijera ¿y para que todo esto si yo no puedo nada si yo no soy o no merezco ser.? Salvo la situación infantil en el Principio del Placer no querer perder ni un ápice del morboso placer que reporta la pasividad asistida por la madre o por sus sustitutas la motivación de la resistencia son las dichas no pueden ser otras. Por eso tal vez se alargue este posicionamiento por falta de autoestima sin deseo de adquirir una identidad integra y nuevalo que la mayoría apetece y la más la motiva. La adquisición de la autoestima e, implicada en ella de la identidad es un factor que NO se tiene en cuenta como una meta previa del final de éxito sobre la terapia.
La categoría de la desrepresión y la liberación han prevalecido, pero han producido un sesgo unilateral de la concepción misma del proceso. No se ha determinado todavía cuando la autoestima se consigue, pero parece, aunque sea un resultado de un proceso bien llevado Que ya ha de incoarse en este momento se trata de motivarse para seguir adelante pues en el fondo es la falta de ella lo que paraliza y permite seguir al llenado por fantasmas del pasado sin indignarse activamente contra ellos y contra la dependencia imaginaria que crean y lo mismo la identidad que es el resultado definitivo y fundamental de toda la terapia. La identidad sería el producto final y definitivo de la autoestima. Autoestima e identidad ambas naciones supone la recuperación del yo real la consolidación de la personalidad activa ya que es foco de comportamientos adaptativos elásticos y positivamente eficaces. La autoestima no tiene nada que ver con la autocomplacencia narcisista. SI es un factor de salud como lo es no puede consistir en narcisismo salvo un primer y remoto componente primario perdido en el pasado infantil.
Más para que el narcisismo primario del bebé se convierta en autoestima y no derive patológicamente por compensación de otras carencias ha devenir secundado por un afecto parental moderado más reforzador de la identidad del niño y de sus cualidades. La inflación autocomplaciente estorba el desarrollo e incluso una conducta madura también, terminado el desarrollo y es un principio de leves patologías la susceptibilidad el deseo de ocupar siempre el primer puesto en todo el deseo vehemente de Reconocimiento hasta la ficción consciente e intencionada de méritos que no se tienen. Es curioso y frecuente entre personas de valía o socialmente reconocida como valiosas este rasgo infantiloide de la complacencia y del correspondiente deseo consciente y declarado de reconocimiento social de premios, de fama ,de ser reconocido y de ser conocido hasta el punto sobre todo de crearse unos méritos comprados o fingidos la cultura del parecer sobre la del ser que Alder califica de neurótica, preferir cualidades aparentes pero públicas y socialmente cotizadas a otras cualidades reales más no tan cotizadas y privadas. Esto es objetivamente un error y un desorden y complacerse en ello una patología por leve y por frecuente que sea. Y este narcisismo llega al punto de comprar títulos y diplomas de licenciaturas doctorados y máster, que no se han hecho para cubrir las paredes del despacho de la vivienda o para otras intenciones. Los méritos se inflan como reales y acaba creyendo al interesado por doble significado que los tiene el deseo de ser persona conocida como lo más gratificante que se pueda alcanzar y no seguir el en anonimato. Y esto aqueja a personajes a quienes se le propone que profesen ideologías espiritualidades y religiones de la humildad de la igualdad o del desasimiento. Naturalmente esta tensión por darse a conocer y por ser el primero no es sana y no proviene de la autoestima sino de un narcisismo frustrado que busca compensación.
Lo que el grupo familiar nos dio o lo dio mal en exceso o sesgadamente se busca en la edad adulta en parte de la sociedad El sujeto desajustado no se mantiene la justa apreciación de su valor realísticamente como sus efectos y sus limitaciones o se cree bastante más de lo que es o mucho menos y siempre distinto y para distintos rendimientos de los que puede.
Es muy paradójico este hecho de que el sujeto humano con su inteligencia no sea capaz de apreciar su propia realidad escueta y por supuesto valiosa de algún modo. Siempre flota un fantasma una sombra demasiado negativa demasiado positiva sobre la propia realidad que desvía la atención de la inteligencia y produce el rechazo de la falta de autoestima o el apego a la complacencia narcisista. Y como es difícil de aceptar la realidad con sus limitaciones se tiende a suponer que si es otro de otra manera y para otras tareas distintas de aquello que se es y para lo que se es cuyas limitaciones son imaginarias.
Y seguido de ahí que muy frecuentemente escuchar frases como, si yo hubiera podido hacer esto y esto, pero no supe aprovechar la ocasión o más puta mente. no me dejaron y se echa la culpa a otros o a las circunstancias como Como ya observó Larra la guerra el franquismo la crisis la corrupción y el amiguismo La linea divisoria entre la autocomplacencia inflamación narcisista y la carencia de autoestima pasan por el resentimiento. Un deseo inocente de contemplarse como mejor deseo de compensar incluso con ficciones las carencias de la infancia llevan a la actitud narcisista en la que uno es lo primero y solo interesa lo que refuerce la propia excelencia, aunque sea ficticia. La carencia de autoestima puede venir ocasionada por un trato masivamente frío humillante por parte de los padres y educadores que acoso al niño y no permitió que desarrollase una imagen mínimamente positiva de él.
Hay personas sobre todo mujeres en familias tradicionales y humildes que no es que carezcan de autoestima sino queno se sienten así mismas como personas con derechos éstas desarrollan cuadros clínicos de constantes trastornos orgánicos como miedos afonía anorexia etc.. Pero es más frecuente que se haya producido por algunas deficiencias del refuerzo social de sus comportamientos y cualidades activas inteligencia fuerza habilidad atractivo personal y ya en la adolescencia. Es el caso de aquellos que siempre se sienten postergados antes otro hermano típicamente Adleriano como saben Adler dijo que el puesto que cada persona ocupa en la familia es fuente de desajuste o que en el grupo del Barrio o del Colegio nunca son elegidos para formar equipo o a quienes nadie saca bailar si son mujeres o no atrajeron nunca la mirada de las chicas. Es inevitable que el ánimo de tales sujetos se genere un intento o difuso resentimiento hacia el hermano, hacia los padres, hacia el grupo, hacia los bien dotados, hacia las mujeres atractivas, hacia las muchachas no atraíbles o hacia la sociedad entera. Pero como resulta muy irreal y solo compatible con personalidades esquizoides o psicóticas odiar a grupos o a toda la sociedad y el odio al hermano o a los padres puede sentirse como éticamente malo por tanto se opta por un resentimiento que es algo más complejo, más quien inconscientemente optó por odiar sufre una serie de transformaciones psíquicas de culpabilización autopunitiva o de agresividad psicopática que producen otros cuadros clínicos. Y aparte el resentimiento no ama más bien tiende a odiar, pero tampoco lo hace francamente y en ello no se equivoca solo que se descuida y deja que la negatividad la falta de amor recaiga sobre el propio sujeto motivado para odiar.
Tampoco sería razonable odiarse asimismo y ello llevaría si se fuese consecuente al suicidio, lo más viable es que sin odiarse se extienda una niebla de desilusión y escepticismo respecto de sí y del propio valer. Para quien carece de autoestima su propia entidad real es irrelevante es un cero a la izquierda como si no fuera y más bien le produce efectos depresivos pensar en sí mismo. Prefiere ignorase sinceramente y para ello tiende radicalmente desmotivado a no actuar a no realizar obras que llamen la atención a no moverse socialmente casi a no existir. Cuando esta negatividad llega a producir dolor actos inconscientes autoagresivos pérdidas sociales y económicas inexplicables y en materia sexual llega a no poder soportar el placer si no es en forma de dolor tenemos la figura del masoquista que es un caso de falta de autoestima activa. Por eso es tan frecuente la tendencia crece imaginarse ser como no se es mejor o peor pero como no se es pues lo que produce insatisfacción lo profundo dolor es ser como se es. Cómo le han hecho ser y le ha presentado ante sí mismo el grupo familiar. Esto llega a su colmo en la esquizofrenia cuyo discurso constante de afirmar que no sé es que yo no estoy aquí yo no soy quien habla y toda la realidad de desfigura para hacerla aparecer como otra distinta de la que es para el sujeto La esquizofrenia podría decirse generalizando mucho que es una gran evasión de todo lo que es, empezando por sí mismo.
La autodevaluación generalizada que produce la falta de autoestima puede concretarse en las siguientes actitudes o sentimientos constantes y básicos:
-Tenerse y sentirse como incapaz.
-Indigno sim derechos sin base alguna para interesar ser querido o reconocido.
-Carente de determinadas cualidades deseadas o exigidas por el medio social.
-Impresentable vergüenza de sí que es la más terrible de todas las carencias.
-Éticamente malo contaminante maldito perjudicial, gafe etc.
-Irremediablemente perdedor o negativo en lo que se refiere a logros necesarios.
Hay pues tres capítulos fundamentales en la fantasía del paciente cada uno de los cuales puede generar falta de autoestima:
1.-Incapacidades varias.
2.-Culpabilidad y negatividad que contaminan irremediablemente todo lo que el sujeto toca.
3.-Indignidad para ser querido por nadie ni siquiera por los progenitores y hermanos.
Si se viese al sujeto incapaz para algo que no le compete por ejemplo pata el bel canto, lanzamiento de peso, la pintura, la oratoria o la sastrería no tendría importancia es realista sentirse incapaz de alguna actividad. Lo doloroso de sentirse incapaz de incompetente precisamente para que yo que sé está obligado a hacerlo. Por lo general, aunque prevalece alguno de estos capítulos, suele asociársele en tono menor otros. Quien se siente negativo también es indigno de amor y puede resultar incapaz para varias tareas. O quien es incapaz también es indigno y todo lo estropea si pone la mano en ello. Lo que sí constituye un capítulo aparte son la maldad y la malicia que tampoco son intercambiables, hay sutiles diferencias entre estos dos términos, maldad expresa una consciente intencionalidad destructiva se quiere y se pretende el mal destruir bienes ajenos hundir a otros acabar con su vida o con su bienestar, malicia en cambio es algo más generalizado se tiene una inclinación irremediable al mal, aunque no se pretenda. Y sin embargo una acepción de que es la malevolencia la indignación a pensar mal o a guiarse por las intenciones o interpretaciones negativas que descalifican o suponen mal en otros de ahí la diferencia entre malvado y malicioso que tampoco son intercambiables.
Lo que si constituye un capítulo aparte son la malicia y la culpabilidad que tampoco son intercambiables alguien puede sentirse culpable sin sentirse malo y puede sentirse negativo y malo, aunque no se sienta culpable de nada en concreto pero en ambos casos se produce la sensación contaminante no se está limpio y todo lo que emprende o se le confía se contamina ya sea de mal ya sea de mala suerte o de fracaso. Naturalmente un sujeto así no es digno en absoluto de que nadie le aprecia y le valore o le quiera. También puede ocurrir que el sujeto se perciba de modo totalmente opuesto al de la falta de autoestima es decir se autoestimará mucho sería también sospechoso de exaltación maníaca y es la moderación en la percepción de cualidades positivas en si lo que supone la salud, a saber: Sentirse medianamente capaz para ciertas tareas o relaciones no para todas. Verse presentable en el ambiente que interesa tal vez no en otros de nivel muy superior. Creerse suficientemente dotado dentro de la media con cierta confianza en la propia capacidad de aprender. Sentirse capaz de adaptarse a nuevas condiciones con cierta tolerancia a la frustración. Percibirse como éticamente mediocre, no es objetivo y supone ceguera necesita respecto de los propios fallos. Nadie es malo ni bueno, ni genial ni absolutamente negado, para todo o para lo que deba ser competente sino casos extraordinarios, y el paciente no es ningún caso extraordinario ni para bien ni para mal afortunadamente y qué lo que le ocurre es que no sea viene con la mediocridad y quiere ser o César o nada es una especie de complejo de omnipotencia frustrado este razonamiento dosificado y repetido de un modo u otro es lo que ha de asimilar el paciente ha quejado de falta de autoestima para salir de su marasmo.
Sin duda dirá el paciente que le ha sucedido tal y tal cosa y que se ha visto absolutamente negativo en tal y tal situación ahí la destreza del terapeuta para ayudarle con la mayéutica, a asumir lo hecho y a evacuar sus culpas, y sobre todo hay que recalcar pues es lo cierto que lo negativo de sus comportamientos bien como torpes bien como destructivos se debe precisamente a su falta de autoestima que es la profecía que se cumple en sí misma y refuerza la torpeza o la negatividad del sujeto que se teme asimismo con , negativo. En cuanto a no ser digno de cariño habrá que analizar si no se ha hecho ya y si se ha hecho habrá que referirse de nuevo a ello, el carácter y las circunstancias duras y adversas de los padres y de los hermanos que le ha llevado a creerse en sí mismo indigno de tal, y naturalmente si su actitud su mirada y su manera de dirigirse a los otros da muestras de tal indignidad imbuida por el grupo familiar es muy lógico que disponga y contagie al interlocutor de lo mismo y que provoque una reproducción actual y en otros de la actitud de los padres en su infancia remota. Nuestra actitud actual, lo que irradiamos sin saberlo es el producto de lo vivido intensamente la primera infancia para bien y para mal. La identidad: la identidad es en definitiva la tendencia continuada de la singularidad propia en cuanto positiva capaz libre y autosuficiente por lo menos para unas cosas y en determinadas circunstancias.es una vivencia sumamente simple pero generalizada fundante y sólida que supone la consolidación de la personalidad en sí misma. Leaniz afirmaba que la persona es un punto de vista único sobre el universo y tenía razón pues bien la identidad es la experiencia de esta unicidad singular y sola en el universo como distancia que juzga y que dispone decir para lo que juzga como mejor.
Y por muy mal que le vayan las cosas el identificado no teme no se desconcierta, ve venir la desgraciay se prepara ella adoptando serenamente los medios para su posible mitigación. y esto no es estoicismo sino realismo el estoicismo helénistico-romano y Seneca en particular insistían en esta serenidad imperturbable ante la desgracia Si fractus illabatur Orbis impavidum ferient rutinae decían si se cayese el orbe en pedazos impávidos le aplastarían los cascotes. La persona equilibrada no ha de afrontar impávido las ruinas pero si a ti conservar un mínimo de ecuanimidad para calcular los riesgos, los estoicos habían construido la figura del vir constans, que nuestros clásicos tradujeron mal como constante “El príncipe constante” de Calderón de la Barca cuando lo que significa es que en psicoterapia llamamos llamamos integrado, cuyos componentes concurren armónicamente pues constare es armonizarse ser congruente, corresponderse entre sí.
En cambio, constante en castellano significa perseverante lo cual no pega nada en estos casos a no ser como una consecuencia de estar bien integrado entonces es es cuando se persevera en lo que conscientemente se emprende. La propia capacidad de aguante el realismo como aspecto de la propia realización el sujeto autoidentificado es capaz de propiedad de poseer plenamente de lo suyo y esto por poco dotado que esté le da un mínimo de firmeza en sus decisiones y relaciones con los otros. La identidad se logra por estos pasos. Asumirse como se es incluso de las propias carencias reconocidas. Vivir y vivenciarse como singularidad consistente que no necesita perentoriamente mí siempre del otro. Libre para ser para ser lo que se elige ser y como sujeto de derechos y obligaciones. Autoconciencia responsable y flexible. Capacidad de soledad acompañada de sí mismo. La identidad pertenece al dentro pero solo desde ella se puede estar positivamente abierto al fuera en una praxis común sin alienarse ni disolverse.
En el caso de falta de identidad la relaciones dentro/ fuera y en perturbadas pues el sujeto no estriba en sí y carece de base autónoma las patologías de la identidad pueden señalarse como huida esquizoide depresión negadora dependencia infantil rigidez limitativa rechazo y auto devaluación, sobrestima narcisista, agresividad destructiva. La agresividad se activa en estos casos como defensa ciega o como retención de lo que se crea amenazado y escaso. siempre hay algo del fuera que amenaza persigue mediatiza promete o incluso atrae, pero atrae como protección o fuente de placer oral. La falta de identidad es un resto de infancia no estimulada que ha provocado una situación simbiótica el sujeto con figuras parentales positivamente fantaseadas o también negativamente en cuanto a distancias que prohíben crecer e independizarse. En este punto hay que volver a recorrer la deficiente evolución infantil en cuanto a independencia y autoaceptación y proyectar el futuro imaginado en la línea negativa de una persona falta de identidad o por el contrario de una identidad entonada y suficiente. El paciente ha de hacer insight y caer asuntivamente en la cuenta de que así no se puede seguir existiendo y de que le conviene al máximo incluso para ser más feliz liberarse de fijaciones infantiles en figuras mitificadas empezar a existir desde los propio por escaso que ello sea, de nuevo esto requiere una detenida mayeuticatica basada en el más lucido, realismo,en definitiva parece que la resolución de la resistencias ha de pasar por la creación básica de un mínimo de identidad y autoestima que me dije los miedos al futuro a lo distinto y a lo real.